La vitamina C: Un tesoro delicioso

La vitamina C es un potente antioxidante lo que quiere decir que protege los tejidos las células del daño oxidativo que impide su correcto y normal funcionamiento y les aporta más longevidad, combatiendo el envejecimiento prematuro, principalmente porque actúa sobre tejidos elásticos y participa en la protección del colágeno. 

Además está demostrado y es ampliamente conocido que contribuye al funcionamiento normal del sistema inmune en todo el organismo. Además ayuda a promover un mejor estado emocional y nivel energético.

• El colágeno forma los vasos sanguíneos, tendones, ligamentos, piel, vías urinarias, ciertos tejidos de los ojos, encías, etc.
• Además se sabe que la vitamina C mejora el estado de ánimo, ayudando a personas con baja motivación, estado de ánimo bajo, actuando de modo global, permitiendo que los niveles de dopamina sean adecuados para nuestro bienestar emocional.

Según estudios recientes en adultos jóvenes además se percibe que facilita la concentración y enfoque, con menor tendencia a la depresión. En estos estudios se había percibido que existía un nivel por debajo de lo normal de vitamina C en dichas personas.

• La vitamina C participa de la regulación de los niveles de glucosa que utilizan las células, para actividades físicas y mentales. Además, como parte de la colaboración con el sistema inmune en su reconocimiento y destrucción de células potencialmente oncológicas, la vitamina C modula el modo en que las células "malas" o malignas usan la glucosa, saboteando, por así decirlo, su medio de vida. Por ello, colabora en la protección frente a enfermedades oncológicas y da apoyo durante los tratamientos convencionales del cáncer como la quimioterapia.

Bioflavonoides de los frutos

Los frutos funcionales como el escaramujo y la acerola son una fuente natural muy rica en vitamina C y en otros nutrientes como, por ejemplo, vitaminas A, D, E y K, minerales y los muy interesantes bioflavonoides vegetales cuya estructura química permite interacciones antioxidantes y antiinflamatorias. El escaramujo aporta un 70% de vitamina C y la acerola un 15% de la misma, además otras vitaminas como la E, K y A, minerales, bioflavonoides que contribuyen a:

• controlar la inflamación,
• molestias dolorosas y
• drenaje de los líquidos, 
• acción en el sistema inmune,
• mantenimiento de la estructura del colágeno de la matriz extracelular y de los vasos sanguíneos.

Los fructooligosacáridos ayudan más de lo que piensas

Salud intestinal, cardiovascular y cerebrovascular.

¿Cómo? Son nutrientes para las bacterias buenas de la flora intestinal y favorecen el acondicionamiento de la microbiota y flora intestinal, y por ello el apoyo antiinfeccioso (virus, bacterias y otros), apoyo bifidobacterias, con un control inflamatorio del organismo. Indirectamente, debido a los metabolitos que se generan al dar vida a bacterias buenas, mejoran los niveles de lípidos y colesterol en sangre favoreciendo la salud cardiovascular y cerebrovascular

En conjunto, la vitamina C y los frutos funcionales elegidos dan apoyo al sistema locomotor para un mejor estado y respuesta, al sistema antiinflamatorio y sistema analgésico natural con menos inflamación y dolor, mejor nivel energético y, de modo tanto directo como indirecto, colabora a un mejor estado del sistema inmune, sistema nervioso y del bienestar emocional.

En resumen,  la vitamina C y los frutos funcionales con sus ingredientes y nutrientes sinérgicos:

• Sistema locomotor.
• Sistema nervioso: concentración, estado de animo, emocional, vitalidad, ilusión, claridad mental.
• Sistema inmune.
• Sistema antiinflamatorio.
• Sistema analgésico.
• Sistema emocional.

¿Sabes qué...? La historia de la vitamina C

Durante los siglos XVII y XVIII los marineros surcaban los océanos y sufrían diversas enfermedades que les podía costar la vida. Entre ellas, “una extraña enfermedad hinchaba y pudría las encías, sufrían horrores y se alteraba notablemente su ánimo”. En 1622, el explorador Sir Richard Hawkins describió que “los limones y las naranjas ácidos” eran “muy fructíferos” para evitar este mal , pero ninguna persona de ciencia lo había mostrado. A James Lind se le atribuye el primer ensayo clínico realizado en Occidente en 1747: a los marineros enfermos los separó en grupos y les dio los remedios que se proponían para curar la enfermedad. Los que recibieron 2 naranjas y 1 limón se recuperaron antes de una semana y pudieron cuidar del resto.

La sustancia que recuperaba la salud era la vitamina C (ácido ascórbico) que está en los cítricos. La enfermedad que trataba era el escorbuto que es una enfermedad carencial, es decir, aparece por falta de vitamina C en la dieta. 

Lee las etiquetas de los productos, contienen información importante.
Todos los ingredientes figuran en la etiqueta, también la información con respecto a posibles alérgenos. Si te lo ha recomendado tu profesional de la salud con unas pautas diferentes al etiquetado, sigue sus instrucciones.

Mantener en lugar fresco y seco fuera del alcance de los niños.

Presentación C Advanced: 90 cápsulas.
Duración media del envase: 90 días
Apto para vegetarianos.